Afecta a 1 de cada 10.000 habitantes cada año y puede aparecer tanto en hombres como mujeres. Es más frecuente entre los 40 y 70 años y hasta en un 10% de los casos puede presentarse en los dos ojos. Hablamos del desprendimiento de retina, una emergencia médica que necesita ser tratada de forma inmediata para evitar graves consecuencias como la pérdida de visión.

¿Qué es el desprendimiento de retina?

El desprendimiento de retina es la separación de la retina de la pared a la que naturalmente está pegada, la coroides. Generalmente se produce por una rotura en la retina, que hace que el humor vítreo traspase el espacio sub-retiniano. Además, existen otros tipos de desprendimiento como el desprendimiento de retina traccional (se produce una tracción del humor vítreo sobre la retina) o el desprendimiento de retina exudativo (se produce una filtración de líquido por debajo de la retina).

¿Qué causa el desprendimiento de retina?

Entre las principales causas del desprendimiento de retina encontramos:

–       Miopía. Aproximadamente el 40% de los desprendimientos de retina se dan en ojos miopes (sobre todo en casos de miopía magna o alta miopía).

–       Cirugía de catarata con complicaciones.

–       Existencia de antecedentes familiares de desprendimiento de retina.

–       Existencia de degeneraciones retinianas periféricas. Estas suelen ser más comunes en miopes, debido a la propensión a la degeneración vítrea y degeneración periférica de estos ojos.

–       Traumatismos oculares y algunas enfermedades como la diabetes.

¿Cuáles son los síntomas del desprendimiento de retina?

El desprendimiento de retina no provoca dolor ni ninguna molestia; únicamente signos visuales. Por eso, resulta fundamental permanecer muy alerta ante una serie de síntomas:

–       Apreciación de moscas volantes y detalles luminosos antes de que aparezcan otros signos más evidentes. Esto sucede así hasta en el 60% de los casos.

–       Aparición de un telón o cortina negra ante el ojo o los ojos.

–       Pérdida de visión central.

¿Cómo se trata el desprendimiento de retina?

Cuando la retina únicamente muestra desgarros y no existe desprendimiento completo, se recurre a un tratamiento preventivo que consiste en aplicar un láser (fotocoagulación) o un tratamiento con frío (crioterapia) en la propia consulta del oftalmólogo. Sin embargo, cuando la retina se ha desprendido, resulta imprescindible recurrir a alguna técnica de cirugía de forma inmediata (la cirugía del desprendimiento de retina debe realizarse lo antes posible para asegurar el éxito y la recuperación de la visión).

La cirugía de desprendimiento de retina tiene como objetivo recolocar y adaptar la retina, cerrando el desgarro o rotura causante del desprendimiento. Tras la intervención, resulta fundamental acudir a revisiones periódicas para valorar la evolución del tratamiento.

¿Cómo prevenir el desprendimiento de retina?

Aquellas personas con miopías altas o con antecedentes de desprendimiento de retina en la familia deben someterse periódicamente a exámenes oculares para detectar posibles alteraciones en la retina o en el vítreo. De la misma forma, la aparición repentina de moscas volantes (o un incremento de estas) así como la percepción de destellos luminosos también deben llevarnos de forma inmediata hasta la consulta del oftalmólogo.

Por otra parte, las personas con desprendimiento de retina en un ojo deben revisarse periódicamente el otro con el fin de tratar de forma preventiva posibles degeneraciones.

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