Si echamos la vista atrás, recordaremos aquellos dibujos que tanto alegraban nuestras tardes. Por esa razón, a lo largo de nuestra edad adulta hemos acudido a sus páginas para rememorar esos momentos de nuestra infancia. Pero, si tanto nos gustaba ese pasatiempo, ¿por qué ya no lo frecuentamos? Puede que, además de razones como el hallazgo de nuevos entretenimientos, nuestra incapacidad visual nos esté limitando y condicionando

Todos sabemos que leer un cómic tiene su protocolo, ya que debemos reconocer su lenguaje: el “bocadillo” o espacio reservado para cada intervención verbal, puede variar en su forma según si se trata de un pensamiento, una afirmación o una exclamación enfadada.

Por otro lado, las onomatopeyas nos dan mucha información sobre qué está sucediendo alrededor de los personajes en cuestión, así como los colores usados.

Asimismo, los tebeos han marcado un antes y un después para el aprendizaje de muchos valores de generaciones atrás, así como un reto para poder coleccionarlos todos. Los cómics son mucho más que superhéroes y así lo demuestran personajes icónicos que van desde Mortadelo y Filemón hasta el Capitán América, pasando por otras corrientes como el Manga; ¿quién no ha leído un cómic alguna vez en su vida?

Por ello, si quieres seguir leyéndolos te ofrecemos algunos consejos para hacerlo con seguridad, para prevenir problemas visuales futuros.

Consejos para leer cómics

• La importancia de la luz: Siempre que podamos debemos optar por la luz natural, si tienes un jardín en tu casa, saca una silla y tómate un respiro mientras disfrutas de una buena lectura. En el caso de no tener esa suerte, crea un lugar de lectura al lado de una ventana. Si prefieres leer por la noche o en horas donde la luz no está presente, consigue que las luces artificiales te den esa luz que necesitas: que venga de arriba para no provocar reflejos molestos y que no tenga demasiada intensidad, ya que eso puede dañar tus ojos. 

• ¡Ojo con las distancias!: Si la distancia que guardas entre tus ojos y el libro dista mucha de la recomendada por los expertos (de aproximadamente entre los 35 y los 40 centímetros) probablemente debas acudir a tu oftalmólogo para ver si existe algún problema en tu visión.

• ¿Libro físico, libro electrónico o tablet?: Lo cierto es que el libro electrónico es una opción más que eficiente, ya que, además de poder almacenar en él muchísimos relatos, no daña nuestra vista, dado que no emite ninguna luz. Este dispositivo, por lo tanto, el mismo cansancio para nuestros ojos que la lectura tradicional. Por otro lado, como te imaginarás, las tablets no son el método más recomendado por los expertos. Sin embargo, aún habiendo tenido en cuenta la pragmaticidad de los libros electrónicos, desde nuestro humilde punto de vista, no hay nada como leer un cómic y poder tocar sus páginas e ilustraciones en su formato tradicional.

• Descansa regularmente: La recomendación generalizada es la de descansar 20 segundos nuestra vista cada 20 minutos de lectura, mirando a un lugar lejano. Aprovecha esos momentos de descanso para hidratar tu ojo, ya sea parpadeando repetidamente (a veces perdemos la inercia del parpadeo cuando focalizamos nuestra visión en un objetivo como una pantalla) o mediante el uso de lágrimas artificiales.

Sin embargo, es posible que, aun siguiendo nuestros consejos, problemas visuales como la presbicia o la vista cansada te obliguen a dejar atrás esas lecturas.

¿En qué consisten estos problemas visuales? 

Todo se debe a un fenómeno que lamentablemente es cada vez más común, probablemente por lo expuestos que estamos a las pantallas, el poco cuidado de nuestra salud e higiene visual, por el paso del tiempo o por no realizar ejercicios que ejerciten nuestra vista. Este trastorno impide al usuario enfocar correctamente con el cristalino y aparece cuando éste pierde su flexibilidad. 

¿Existe solución?

La solución más común a la que se suele acudir es el uso de lentes o gafas, pero desde Oftalmoplus te traemos otra alternativa que en el largo plazo hará de tus lecturas y de tu vida en general, una experiencia más cómoda: la cirugía refractiva. 

Si estás pensando en operarte la vista y librarte de las gafas de una vez por todas, tenemos lo que estás buscando. Lo único que tienes que saber es si eres un posible candidato a ello, en este enlace podrás ver un artículo donde te mostramos los requisitos. ¡Contacta con nosotros y descubre todo lo que podemos hacer por ti!